Me acerqué muy lentamente
hacia el borde del abismo
cuando un traspié inesperado
me hizo caer al vacío.
Cuando menos lo esperaba,
crecí de pronto dos alas
que ascendieron mis pasos
al lado de nubes blancas.
Desde entonces no temo
lo que la vida me traiga
pues sé que tengo dos alas
que se disfrazan de espalda.
