Dame la virtud de tu mirada lánguida, sutil, azul verdosa. Déjame pintar nuestra alborada volando en alas de una mariposa.
Habla con tu boca mi existencia. No escatimes en verbos, ni deseos. Sostenme fuerte y dame aliento. Déjame sentir tu fuego lentamente... En este abrazo de amor al que me entrego cenicienta «¡calcinada por el músculo del viento!»
Al parecer accidentalmente se fue una tilde en «Sostenme»
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Muchas gracias. Anoto y arreglo.
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Bien armado este poema. Debo aprenderle un poco…o un mucho.
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Mario eres un poeta armado. Los poemas que he leído, de tu autoría, son simplemente arte. Te felicito 👏
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Es un privilegio y me honra el leer esos comentarios. Muchas gracias.
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