¡¡¡Barceló asesino!!!
Ha llorado mi isla lágrimas calladas
sus pipiolas flores han sido cortadas.
Voces inocentes, almas desgarradas
del pecho pueril de mi patria amada.
Y se escucha el grito... ¡Dónde están mis hijos!
La gloria en respuesta, entreabre las puertas.
Solo queda en mano rezar un rosario
y que la promesa, de cielo, sea cierta.
