¡Extranjera soy y me encuentro frente a un mar blanco y frío. Un pensamiento concibo ante esta bahía sin puerto. Todo para mi es incierto aunque quiero partir, no puedo. Pues es mi solo anhelo cuidar el jardín que cultivo, con sus flores y sus frutos que adornan mi alma viajera. Aunque lejos de Borinquen... ¡Mi patria siempre es primera!
La tibieza del Caribe al sur de mi isla bella. Como inocente doncella protegida es por El Morro. Memoriales que presume son los titulos que ostenta. Es «La Perla del Caribe» a la que llaman «Preciosa». En el oeste «Sultana». En el norte es arrullada por el Océano Atlántico. En sus aguas tan saladas y oleajes que engalanan mi isla es la más pequeña de las grandes Antillanas.
Es la «Isla del Cordero» sentado sobre siete sellos. Guardando la virtud suprema, que es la bondad de mi pueblo. Su amor es representado por miles de palmeras, creciendo en sus contornos. ¡Flor de Maga, Trinitaria y Amapolas, son su adorno!
Desde Añasco hasta Ceiba, de Santa Isabel a San Juan; mi islita seduce el mar, con faros en sus caderas, bailando ritmos de plena, seis chorreao y el danzón. Puerto Rico exuda un son en su eterna primavera.