Y aunque nadie fue testigo, ahí estuvimos. Frente al mar mecidos por la Luna. Bajo palmeras mirando al horizonte en un largo verano, caluroso. Hoy el otoño nos regala un mar de hojas… Que al caer cubren la vera caminada.
Sutil ternura de una luz montuna. Clamor de voz primaveral, amores disipándose entre miles de colores hermosos y a su vez distantes… Ya el Caribe plateado se ha alejado entonando su aria melodiosa...
Llega el otoño y nos regala un mar de hojas, un mar de hojas en lugar de una playa luminosa.