Cuando llega la noche
yo te imagino
deshojando mis horas
pasión de luna.
Destruyendo altares,
destronando mi calma
transformando mis olas
a inquietos mares.
Y al clarear, es mi alma
cual alba niña
que viste sus encajes
de nubes blancas…
Tú llegas y me ciñes
cual sol naciente
que va incendiando montes
en tibia llama.
Piel sobre piel, beso de luna,
Labios de plata, dulce ternura.
Lluvia de estrellas, noche en destellos
montes y soles, sensual desuello.
