Caminé en las ruinas
de tu dolor de niño
con la aguda tristeza
de saberme en lo cierto:
tu vida fue un profundo
batir de un mar incierto
con inmensas olas blancas
inundando el desierto.
He pagado contigo
la deuda de tus huesos
escondidos profundo
en tus tristes recuerdos.
He soñado mil sueños
de ti, niño, ansiando
la completa libertad
de tu mental encierro.
