Reclino mi cabeza
entre tus brazos
y siento alear en mí
un ímpetu indiscreto…,
y es que mi rostro recostado
en tu pecho
desborda de emociones satisfecho.
Me acunan
tu ternura y tu fragancia.
La sutileza
del respiro de tu aliento.
Y siento mi pasión hacerse viento
que se apresta a subir a las alturas.
Desde tu arrullo al cielo
y desde el cielo a lo divino.
Que entre nubes así se manifieste…
¡Este sublime amor, mi amor celeste!

que lindo poema, no encuentro el misterio, pero me encanta de todos modos!
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Muchas gracias
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