Presiento que de la muerte
llevo un efigie en mis pasos.
«Rigor Mortis» en mi mente
en mi alma y en mis brazos.
Este mundo no contiene
mis amores ni mis cantos.
Déjadme ir más allá
de los montes y los campos…
¡Al espacio sideral
a morir entre los astros!
Desde allí susurraré
mi último adiós en tu oído
que tan sordo a mis versos
no entenderá que he partido.
